Entrevista concedida por el S.E. José Luis Bernal, Embajador de México en la República Checa, al Programa sobre México, América Central y el Caribe del Instituto Respekt de Praga. ¿Qué papel representa México en la República Checa y de qué manera ayuda el Gobierno de Felipe Calderón a los mexicanos en el extranjero?
La relación México-República Checa tiene profundas raíces históricas que se remontan a los siglos XVII y XVIII, con la presencia de misioneros jesuitas que salieron de Praga a explorar los territorios del noroeste de la entonces Nueva España. Estos vínculos se ampliaron durante la segunda mitad del siglo XIX y la presencia en México de pobladores de Bohemia, Moravia y Silesia dejó huellas significativas en materia cultural y en cuestiones técnicas y económicas, por ejemplo en la producción de vidrio, cerveza y acero. Ya en el siglo XX, desde la independencia de la entonces República Checoslovaca las relaciones se desarrollaron en diversos momentos y en los más variados ámbitos.
Pero es realmente en los últimos diez años cuando las relaciones han registrado su mayor auge. Tres factores han influido en ello, principalmente: la apertura de las dos economías y su decidida orientación a la manufactura y al comercio exterior; las negociaciones de México con la Unión Europea en materia de libre comercio, diálogo político y cooperación, cuyos acuerdos incluyen a la República Checa desde 2004, y los esfuerzos desarrollados por los dos países para actualizar el marco normativo de las relaciones en materia económica, cultural y educativa, de cooperación científico-técnica y de diálogo político, entre los más importantes.
Algunos resultados: el comercio bilateral sobrepasa los 500 millones de dólares anuales y ya en 2010 superó los niveles anteriores a la crisis global; las inversiones mexicanas en la República Checa han crecido de manera significativa y cada vez más empresas checas se interesan por el mercado mexicano; se han multiplicado los intercambios estudiantiles y académicos; el turismo aumenta cada día en las dos direcciones y los contactos intergubernamentales se han profundizado tanto para el tratamiento de asuntos bilaterales como para la concertación sobre temas globales en organismos internacionales.
El año pasado, la presencia de México en la República Checa recibió un fuerte impulso con un extenso programa cultural que la Embajada promovió en el marco de la celebración del Bicentenario de la Independencia y del Centenario de la Revolución Mexicana. En todas esas manifestaciones culturales contamos con la presencia de distintas personalidades del gobierno de la República Checa y, sobre todo, tuvimos una muy generosa recepción de parte del pueblo checo, que mucho apreciamos. Por cierto, las celebraciones del Bicentenario concluyeron con la publicación de un libro titulado “México: 200 años de Independencia”, escrito en idioma checo y editado por la Universidad Carolina,que incluye ensayos de 22 autores de una nueva generación de mexicanistas checos, que ayudará a promover un mejor conocimiento de México en este país.
Iniciamos 2011 con la celebración en México de la Tercera Reunión del Mecanismo de Diálogo Político, un foro intergubernamental que coordinan nuestras Cancillerías, y más adelante se realizará la Reunión del Grupo de Alto Nivel para la Cooperación
Económica. Próximamente se dará a conocer el nuevo programa bianual de cooperación cultural y educativa; estamos renegociando otros acuerdos y tenemos en agenda distintas manifestaciones culturales en los dos países, así que no hay duda de que la relación bilateral crece y se fortalece.
En cuanto a la atención que el Gobierno de México brinda a los mexicanos en el extranjero, hay que tener presente que la población mexicana que vive fuera de México se calcula en cerca de 12 millones de personas. La mayoría (11.6 millones) radica en Estados Unidos; esto sin contar a mexicanos de segunda o tercera generación.
El Gobierno de México –a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, del Servicio Exterior Mexicano, del Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME) y de múltiples programas de apoyo social en los ámbitos federal y locales- dedica importantes recursos para apoyar el desarrollo de los mexicanos en sus nuevos lugares de residencia. Estos apoyos incluyen una compleja labor de documentación, asesoría jurídica, protección consular, promoción cultural, desarrollo comunitario, salud, educación, deportes, proyectos productivos y numerosas actividades cívicas. Lo hacemos a través de las más de 70 Embajadas y casi 70 Consulados, de los cuales 51 están en los Estados Unidos.
Aquí en la República Checa se ubica una creciente comunidad de poco más de 300 personas, mexicanos emprendedores a los que la Embajada brinda atención permanente en los distintos ámbitos señalados.
¿Con qué países diría que México tiene una mejor relación? ¿Por qué?
México es “un país de pertenencias múltiples”.
• México es esencialmente un país latinoamericano, por nuestras raíces
históricas, nuestra conformación social, nuestra cultura e idioma y por nuestras aspiraciones como Nación.
• Somos al mismo tiempo un país ubicado en América del Norte, con una
enorme relación y creciente interdependencia con los Estados Unidos en todos los sectores.
• México concentra muchas tradiciones europeas y una creciente relación
con todos los países de este Continente. Con la Unión Europea los mexicanos realizamos intercambios comerciales superiores a los 50,000 millones de dólares por año; la Unión Europea ocupa el primer lugar mundial en la cooperación con México; miles de estudiantes viajan en los dos sentidos de manera continua; igual ocurre con el turismo en las dos vías; tenemos una grande y compleja interacción y para impulsarla hemos acordado un enorme y eficiente marco normativo tanto con la Unión Europea como con la Asociación Europea de Libre Comercio. Desde hace tres años venimos trabajando en profundizar la Asociación Estratégica que la UE decidió desarrollar con México.
• Por su ubicación en la costa del Océano Pacifico; formamos parte activa del
Mecanismo de Cooperación Económica de la Cuenca del Pacifico, APEC.
• Tenemos un diálogo privilegiado en materia de políticas públicas con las
economías más desarrolladas en el marco de la OCDE y, por la relevancia de la economía mexicana, formamos parte del Grupo de los 20.
• Por otra parte, gracias a los avances registrados por la economía mexicana
en materia de apertura y modernización, hemos logrado consolidar acuerdos de libre comercio con cerca de 50 países que, en conjunto, nos acercan en la práctica diaria del comercio a más de 1,000 millones de personas en todas las regiones del planeta.
• Nuestra política exterior, por lo demás, impulsa alianzas diversas con
todos los países en el marco de los organismos internacionales, sean de vocación universal, regionales o especializados.
• Somos, al mismo tiempo, el país con la más grande población que habla el
idioma español en el mundo lo que nos genera una responsabilidad adicional de defensa del idioma y de la cultura iberoamericana en general.
• La cultura, las tradiciones y las características de los mexicanos son
apreciadas en el mundo, así que tratamos de balancear esa pertenencia múltiple ofreciendo nuestra amistad y cooperación a todos, al tiempo que esa misma dinámica determina nuestras prioridades.
¿Qué finalidad tienen las relaciones de México con Estados Unidos? ¿Hasta qué punto es importante la relación bilateral entre México y Estados Unidos en comparación con otros países?
Si pudiéramos caracterizar en pocas palabras la finalidad de México y Estados Unidos en su relación mutua, yo diría que “el reto es cómo dar forma, contenido y perspectiva de futuro a la condición compartida de vecinos, socios, aliados y amigos . . . y cómo darle buen mantenimiento a esa relación”. La geografía, la economía, la creciente relación social y los valores compartidos unen indefectiblementea México y Estados Unidos. Algunos episodios históricos, diferencias filosóficas, ciertas actitudes sociales y el gran desconocimiento mutuo tienden a separarnos. Tenemos que conocernos mejor y dar lugar a nuevas fórmulas de acción conjunta que hagan posible el futuro promisorio que cualquier observador externo auguraría para la región de América del Norte. Nuestras economías son ya profundamente interdependientes. Estados Unidos es el primer proveedor comercial y primera fuente de inversiones y tecnologías para México. México es el tercer abastecedor comercial y principal fuente externa de productos alimenticios para la población estadounidense. Miles de camiones y contenedores cruzan la frontera diariamente para el transporte de esas mercancías. El sector financiero registra numerosas operaciones bilaterales cada segundo. Los intercambios de insumos energéticos y la expansión de las comunicaciones son
fundamentales. Tenemos entonces que asegurar condiciones para que esta relación se desarrolle cada vez mejor en un entorno de competitividad regional. Además del transporte de mercancías, en la frontera común de más de 3,000 kilómetros cada día se registra un millón de cruces de personas, lo que debe darnos el aliciente no para cerrar las fronteras sino para mejorar constantemente la infraestructura y los medios que faciliten esta creciente interacción social. En esa misma frontera compartimos recursos naturales escasos, cuya administración demanda también acciones concertadas de largo plazo. La población de origen mexicano en Estados Unidos tiene una influencia creciente en el desarrollo estadounidense, por sus grandes aportaciones económicas, culturales y sociales. Es tiempo ya de que Estados Unidos y México trabajemos juntos para reducir las causas de la migración y para transformar este fenómeno en un flujo legal, ordenado y seguro de trabajadores y visitantes. Por ello, seguiremos insistiendo en la regularización migratoria y en contrarrestar medidas xenofóbicas y discriminatorias, al tiempo que seguimos multiplicando los esfuerzos del Gobierno mexicano para brindar servicios consulares adecuados a los mexicanos en toda la Unión Americana y apoyarlos en la defensa de sus derechos cuando estos sean vulnerados. El otro gran reto es cómo hacer frente a la expansión de las actividades del crimen organizado transnacional y tener no sólo fronteras seguras, sino ciudades, calles y casas seguras en nuestros dos paises. Desde México insistimos en que éste es un flagelo que debemos enfrentar bajo el principio de la responsabilidad compartida y juntos debemos encontrar una mejor manera de enfrentar y solucionar este problema común. Desde luego, la agenda bilateral México- Estados Unidos es muy amplia y compleja y se complementa con una agenda aun más amplia de temas regionales y globales, por lo que aqui me he referido solo a las cuestiones de mayor visibilidad y actualidad. 4. Felipe Calderón aspira a que México se convierta en el líder en América Latina, ¿qué posición tiene México respecto a otros países latinoamericanos? O ¿Qué ventajas o puntos fuertes tiene México respecto de otros países latinoamericanos?
La relevancia–o, si se quiere definir así, la capacidad de liderazgo- de cualquier país en el mundo depende de sus logros internos y de sus posibilidades de relacionarse con el exterior. En el caso de México, nuestra carta de presentación, lo que promovemos, son los esfuerzos sostenidos de la sociedad mexicana por transformarse continuamente en lo económico, en lo político, en lo social y por llevar adelante una participación responsable en la comunidad de naciones. En este sentido, ¿cómo es el México de hoy? Doy algunos ejemplos en materia económica: el año pasado, la economía mexicana registró un crecimiento del 5.5% y logró crear 800,000 nuevos empleos, con estabilidad de precios y un tipo de cambio fuerte, sin devaluaciones. El ingreso nacional per cápita anual alcanzó ya los 10,000 dólares, que es una cifra muy superior a la de las principales economías emergentes y que muestra los avances en combate a la pobreza y la creciente conformación de un país de clases medias. México fue el año pasado el décimo país más fuerte en cuanto a
recepción de turismo, con más de 22 millones de visitantes, y siguió siendo uno de los principales puntos de destino para la inversión internacional, con avances notables en sus reformas estructurales que llevaron a que el Banco Mundial concluyera que el mejor lugar para hacer negocios en toda América Latina es precisamente México. Este año seguiremos creciendo al 5%, en un periodo en que la mayoría de naciones siguen enfrascadas en superar los efectos de la crisis global. Y buena parte de la recuperación viene impulsada por el comercio exterior, que el año pasado se ubicó alrededor de 600,000 millones de dólares, cifra que es mucho más alta que el producto nacional total de la mayoría de los países del mundo. Con un dato adicional: cuando comparamos nuestras exportaciones con las de otros países, vemos por ejemplo que las exportaciones mexicanas fueron por sí solas más elevadas que el total de exportaciones de los principales países latinoamericanos tomadas en conjunto. México ha sido, por otra parte, país pionero en América Latina en la adopción de reformas estructurales de fondo. Fuimos el primer país de la región que se incorporó a la OCDE, el foro en que los países más avanzados intercambian sus experiencias en materia de políticas públicas; fuimos pioneros también en la apertura económica y en la negociación de un acuerdo de gran alcance como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte; y hemos dado pasos trascendentales en materia de cambio estructural, de combate a la pobreza, de transformación democrática y de combate al crimen organizado local y transnacional. En nuestras relaciones con el exterior, históricamente hemos puesto en práctica una política exterior basada en principios de validez universal, participando en la construcción y modificación de las principales instituciones internacionales y en la codificación del Derecho Internacional; hemos actuado con responsabilidad en los distintos órganos y comisiones del Sistema de Naciones Unidas, incluyendo el Consejo de Seguridad; hemos sido país anfitrión de muy importantes conferencias internacionales. Dada la relevancia de nuestro país, formamos parte del Grupo de las 20 economías más importantes del planeta y el año próximo corresponderá al Presidente de México coordinar los trabajos de este influyente grupo de naciones. Ahora bien, en lo que respecta a nuestra participación en América Latina y el Caribe, la agenda regional es en verdad muy amplia: abarca temas tan diversos y complejos como los de integración, los desafios globales, el desarrollo sostenible, energia, infraestructura, combate a la pobreza, inclusión social, seguridad alimentaria y nutricional, desastres naturales, cambio climático, derechos humanos, seguridad y la proyección internacional de América Latina y el Caribe, entre muchos otros, en los que México participa a la par que los otros paises de la región. México ha buscado siempre contribuir a la construcción de consensos, ya sea que hablemos de los mecanismos de integración, de cooperación para el desarrollo, de las acciones para mantener la paz o de acordar posiciones para participar de manera propositiva en el debate mundial sobre los principales problemas de la humanidad. En los distintos mecanismos de concertación regional, México busca desde luego contribuir positivamente a que avancen las diversas iniciativas existentes en materia de cooperación, de intercambio de mejores prácticas y de fortalecimiento institucional y apoyamos la convergencia de los procesos subregionales de integración.
Esta ha sido la filosofia que ha orientado la participación de México en el Grupo de Rio desde que fuimos sede de su primera reunión cumbre hasta el año pasado en que tuvimos el privilegio de ser sede de la Cumbre de la Unidad Latinoamericana, que sentó los cimientos para una verdadera Latinoamérica unida, objetivo largamente impulsado por México. 5. Felipe Calderón ha dicho recientemente que siempre hubo rivalidad entre México y Brasil y además, no ve con buenos ojos que Brasil aspire a un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU. ¿Por qué México sí puede aspirar a ello y Brasil no?
La comunidad internacional ha venido analizando ya por varios años la mejor forma de reestructurar la Organización de Naciones Unidas a efecto de que responda a las nuevas realidades del mundo contemporáneo. México ha sido y sigue siendo uno de los países más comprometidos con ese proceso de reforma y para ello ha impulsado la búsqueda del consenso para que –una vez que se acuerde- la transformación de la ONU sea lo más aceptable para el mayor número de países. Y la reforma del Consejo de Seguridad es parte de ese proceso más amplio; es una cuestión aún no resuelta. A lo que México aspira es a contar con un sistema en el que la toma de decisiones sea más abierto, más transparente y más incluyente. Y esto aplica a todas las partes del sistema, no solo a las que tienen que ver con la seguridad internacional. La posición de México se basa en su peso específico en el concierto de naciones, que es una posición de alta responsabilidad, pues hay que tener presente que México es el principal contribuyente a la ONU en América Latina y el Caribe. A nivel mundial, ocupa el 10º lugar entre los países contribuyentes al presupuesto regular de la ONU y figura como el 23º contribuyente al presupuesto de Operaciones de Mantenimiento de la Paz (OMP’s). Al mismo tiempo, México tiene una larga tradición de compromiso con la Organización y ha participado activamente en los distintos órganos que la componen, ya sea que hablemos de la Asamblea General, del Consejo de Seguridad, del Consejo Económico y Social (ECOSOC) o de otros órganos y comisiones. Adicionalmente, México ha contribuido al desarrollo progresivo del derecho internacional, a la solución pacífica de controversias y a la facilitación de encuentros de alto nivel en los temas más apremiantes del desarrollo y la cooperación. 6. México ha participado en diversas cumbres del Sistema de Integración Centroamericano (SICA) en temas de seguridad. ¿Qué supone esta participación para México? ¿Es un país imprescindible en este tipo de eventos?
México cuenta con una gran tradición de cooperación e impulsa una amplia política de promoción del desarrollo e integración regional con los países de Centroamérica. Y la expresión mejor acabada de este proceso la constituye el Proyecto de Integración y Desarrollo de Mesoamérica, que es un programa que derivó del Plan Puebla Panamá y que surge de la conjunción de dos agendas regionales de desarrollo: la Estrategia de modernización y transformación de Centroamérica y la agenda de desarrollo del Sur Sureste de México.
El Proyecto Mesoamérica es un espacio político de alto nivel que articula esfuerzos de cooperación, desarrollo e integración de diez países: Belice, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y República Dominicana, facilitando la gestión y ejecución de proyectos orientados a mejorar la calidad de vida de los habitantes de la región, basado en un crecimiento económico sostenible, socialmente incluyente, ambientalmente sustentable y territorialmente ordenado.
Los sectores en que se trabaja tienen que ver con programas para la superación de la pobreza mediante el impulso del desarrollo económico a través de la inversión productiva regional e internacional; el impulso de inversión en infraestructura básica, con énfasis en rubros como energía, educación y capacitación, transporte, logística, telecomunicaciones, salud, desarrollo sustentable, prevención y respuesta a desastres naturales, vivienda y la administración de bienes públicos regionales. Este es un esquema de cooperación intergubernamental que prevé formas de participación del sector privado, de la sociedad civil y de los pueblos indígenas, cuyo objetivo es promover el desarrollo regional, mejorar la competitividad y mejorar la coordinación regional de políticas sociales y económicas entre los países participantes. El SICA, por su parte, es un mecanismo creado por los países centroamericanos para la integración de Centroamérica, para constituirla como una región de Paz, Libertad, Democracia y Desarrollo. Sus paìses miembros son los paises de América Central, por lo que México participa con gran interés como uno de los países observadores regionales, junto con otros países latinoamericanos.
¿Volverá México a participar en reuniones del SICA?
La participación de México en diversas Cumbres del SICA celebradas a partir de 2004 ha permitido fortalecer el diálogo político al más alto nivel, impulsar la agenda de cooperación en sus múltiples vertientes y promover mayor intercambio económico con los países centroamericanos. De esta manera, se confirma el interés y la voluntad de México por contribuir al fortalecimiento de este esquema de integración subregional. 8. ¿De qué manera afecta a México el crimen organizado y la falta de seguridad?
La delincuencia y las acciones del crimen organizado tienen distintos impactos en las familias, en los negocios, en las estructuras de gobierno y en la percepción que los medios internacionales generan sobre lo que acontece en México. Sin embargo, en mi opinión, tal vez el efecto más importante es que se erosiona la confianza en nuestras propias capacidades, como sociedad, para seguir prosperando: por el temor a lo que pudiera ocurrir, ya no llevamos a cabo acciones hoy que podrían incidir en nuestros niveles de bienestar de hoy y del futuro. Y eso es sin duda el principal impacto de la creciente criminalidad: la reducción de las expectativas de la mayoría debido a las acciones delictivas de una minoría. Por ello, el reto más desafiante del México de hoy es establecer firmemente el Estado de Derecho,
garantizar la seguridad de las personas, las familias, las empresas y las instituciones. Sólo en un entorno de seguridad podremos asegurar nuestro desarrollo futuro. 9. ¿Qué está haciendo el Gobierno para acabar con el crimen organizado y garantizar la seguridad ciudadana? Ante la amenaza que representa la expansión de los grupos criminales y la creciente violencia de sus actos delictivos, desde el inicio de su gobierno el Presidente Felipe Calderón tomó la decisión de llevar adelante una estrategia integral de seguridad pública nacional, que integra acciones en cinco áreas: En primer lugar, se está llevando a cabo un combate frontal de las organizaciones criminales con todo el poder del Estado, incluyendo a la Policía Federal, a las Fuerzas Armadas y a las corporaciones policiacas de los gobiernos locales, sobre todo en las regiones más afectadas por el crimen organizado. En segundo lugar, se busca –por diversos medios- el debilitamiento de las capacidades financieras y operativas de las bandas criminales. Para dimensionar mejor el tamaño del problema, menciono que en los últimos cuatro años se han decomisado montos sin precedentes de drogas, dinero y armas, entre ellos 8,300 toneladas de marihuana, 100 toneladas de cocaína, más de 50 toneladas de precursores químicos para producir drogas sintéticas, más de 425 millones de dólares en efectivo, más de 400 barcos y 500 aviones, más de 100,000 armas y millones de municiones. Asimismo, más de 60,000 delincuentes han sido arrestados, incluyendo cerca de 40 jefes de grupos, a la vez que se ha extraditado un número récord de criminales para que sean juzgados en otros países, sobre todo en Estados Unidos.
Un tercer elemento de esta estrategia nacional se orienta a mejorar las capacidades institucionales de combate a la delincuencia, incluyendo la coordinación entre los distintos niveles de gobierno, promoviendo reformas en el marco legal y haciendo cambios en el funcionamiento del sistema judicial y en el combate a la corrupción.
Un cuarto elemento presente en esta estrategia se orienta a modificar el entorno social en que surge el fenómeno delictivo, por lo que a las acciones contra el crimen hay que agregar políticas públicas de mayor alcance y programas sociales para prevenir el crimen, para reducir las adicciones, para evitar que los jóvenes se unan a las filas criminales, para recuperar espacios públicos y en general para reconstruir el tejido social en aquellas regiones más afectadas por la criminalidad.
El quinto elemento de la estrategia de seguridad tiene que ver con la cooperación internacional, que incluye acuerdos en los planos bilaterales y regionales y la promoción de medidas a escala más amplia para combatir el crimen organizado transnacional y el comercio ilícito de armas, para reducir el consumo de drogas y combatir las adicciones, evitar el lavado de dinero y atacar otras actividades conexas.
Los acuerdos en este sentido con los Estados Unidos resultan de especial importancia, tanto para reducir la demanda de drogas como para evitar el comercio ilícito de armas y mermar las capacidades financieras y operativas de las organizaciones criminales, lo que venimos impulsando con nuestros vecinos insistiendo en el principio de responsabilidad compartida.
Con nuestros vecinos en América Central y del Sur estamos desarrollando también estrategias de cooperación con un enfoque integral, dando prioridad a la cooperación
en el combate al narcotráfico, lavado de dinero y desvío de precursores químicos, trata de personas, pandillas y tráfico ilícito de armas, temas que inciden directamente en el desarrollo de nuestras naciones.
Y en el plano más amplio de la comunidad internacional, seguimos insistiendo en que se adopten medidas coordinadas para el control de los precursores químicos y de las armas, para el combate coordinado a los carteles internacionales de droga; para impulsar la cooperación a fin de capacitar fuerzas policiales y compartir inteligencia; y, en general, queremos fomentar el intercambio de experiencias para eliminar la violencia, reducir el crimen, evitar impunidad y proteger en general las actividades legales y propiciar una “vida normal” de nuestra gente.
La política exterior mexicana, entre sus principios, cuenta con la lucha por la paz y la seguridad internacionales. ¿Se está llevando realmente a cabo? Se trata de una tarea difícil. ¿Cree que aún queda un largo camino?
Los principios de la politica exterior de México surgen de la experiencia histórica del pais y reflejan las características y aspiraciones de la Nación Mexicana: en los principios de autodeterminación, no intervención e igualdad juridica de los Estados, por ejemplo, se fundamenta la defensa de la soberanía y la capacidad de participar en condiciones de igualdad en las soluciones de los grandes problemas de la Humanidad, problemas que con frecuencia se manifiestan en enfrentamientos o en inestabilidad, por lo que otros tres de nuestros principios de politica exterior tienen que ver con la solucion pacifica de controversias, el evitar amenazas o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales y la lucha por la paz y la seguridad internacionales. Y como nos muestra también la historia, la mayoría de enfrentamientos sociales son producto de la desigualdad y la falta de oportunidades, por lo que otro de principio normativos de la acción internacional de México es el de la cooperacion internacional para el desarrollo. Desafortunadamente, la consecución de estos objetivos no depende de un solo país, sino de la suma de voluntades y recursos de toda la comunidad de naciones. Por ello, México brinda un apoyo decidido a la labor que se puede realizar desde la ONU a la consecución de la paz internacional. Así, hemos contribuido a la solución pacífica de conflictos en épocas recientes, por ejemplo, mediante el impulso de las negociaciones que permitieron lograr el entendimiento politico, la paz y la cooperación centroamericana de 1983 a 1992, mediante el Grupo Contadora, el Grupo de los Cuatro y los Acuerdos de Chapultepec. Estos esfuerzos llevaron posteriormente a la creación del Grupo de Río, que en 2008 jugó un papel central de mediación en el conflicto entre Ecuador y Colombia y, más recientemente, brindó el foro para la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe, convocada por México en la Riviera Maya a principios de 2010. México es, por otra parte, reconocido como un país de vanguardia en la promoción del desarme, en particular con el Tratado de Tlatelolco, que estableció la primera zona libre de armas nucleares en un área densamente poblada, toda la región de América Latina y el Caribe. Don Alfonso García Robles, entrañable diplomático mexicano, recibió el Premio Nobel de la Paz precisamente por ser el artífice e impulsor de estas negociaciones.
El Gobierno de México mantiene esta tradición de impulsar las negociaciones de desarme general y de no proliferación de arsenales nucleares, a lo que más recientemente ha añadido un objetivo de mayor urgencia y que nos es más cercano, el de evitar la proliferación de armas de tipo convencional. Ante el crecimiento notable y descontrolado del tráfico de armas pequeñas y ligeras y el aumento en el número de víctimas del crimen, México ha intensificado sus llamados a frenar este ilícito, a la vez que ha reforzado las políticas nacionales para resguardar la seguridad de la población mexicana ante esta creciente amenaza. Conscientes del vínculo indisoluble entre seguridad y desarrollo, la mayoría de acciones de la política exterior de México se orientan a la promoción del desarrollo económico y social como elemento indispensable para atender las causas estructurales de los conflictos y asegurar la paz y la estabilidad. En este sentido, la política exterior de México brinda especial atención a las medidas de combate de la pobreza y de desarrollo integral y ha sido anfitrión de conferencias internacionales de gran trascendencia para estos propósitos. Asumimos también nuestra responsabilidad en la solución de los grandes problemas globales. El papel jugado por México como impulsor de nuevas fórmulas de concertación para atender los desafíos del cambio climático y como facilitador de los acuerdos logrados en Cancún en diciembre último son sólo una muestra –muy relevante, por cierto- de este compromiso. 11. ¿Cree que la política exterior de Felipe Calderón ha impulsado la imagen de México en el exterior en los últimos años? ¿En qué aspectos?
Sin duda, los últimos años ha crecido mucho el interés internacional por México. Y ese es un reflejo precisamente de la relevancia cada vez mayor del país en la escena global. Como se lo propuso el Presidente Calderón al inicio de su gobierno, hoy hay “más México en el mundo y más mundo en México”. Las exportaciones mexicanas han seguido aumentando a todos los mercados; las inversiones extranjeras y el turismo llegan a México en números crecientes; más mexicanos viajan también al extranjero, dados los aumentos en las capacidades adquisitivas de la población, que es a su vez producto de políticas públicas efectivas para superar las secuelas de la crisis que ha afectado al mundo desde 2008. Recordemos que México –por cierto, junto con la República Checa- es de los pocos países en los que el sistema bancario no sufrió quebrantos y que los créditos siguen fluyendo a los consumidores a tasas de interés que son las más bajas en muchos años. Cuando eso ocurre, otras sociedades voltean a ver hacia México para ver cómo aprovechan estas experiencias positivas.
En un plano más amplio, el Gobierno de México ha seguido impulsando iniciativas de especial importancia para la comunidad internacional. Las fortalezas de México han sido bien reconocidas al participar de manera responsable en el Grupo de los Cinco países emergentes más relevantes y ahora en el Grupo de los Veinte, que en 2012 será coordinado por el Presidente Felipe Calderón. En diciembre pasado concluyó la participación de dos años de México en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, donde por cuarta ocasión participamos como miembro no permanente.
Y, de manera muy destacada, México ha realizado un gran esfuerzo de coordinación de las complejas negociaciones multilaterales en materia de cambio climático, que se reflejó en el parteaguas registrado a principios de diciembre en Cancún y que seguimos impulsando con miras a llegar a nuevos acuerdos en Sudáfrica a fines de este año.
Podríamos mencionar muchos otros ejemplos positivos, pero incluso si hablamos del aumento en la violencia criminal, cuando vemos las imágenes de los actos delictivos que comete el crimen organizado, contra esas imágenes de actos tan reprobables se destaca la determinación del gobierno de combatir al máximo a la delincuencia y de encontrar nuevas fórmulas de cooperación internacional para acabar con este flagelo.
Como podemos ver, la imagen del México de hoy se proyecta con sus luces y sombras, pero en el balance resaltan los aspectos positivos.
Therapeutic Advances in Musculoskeletal DiseaseSternocostoclavicular hyperostosis: a review! The Author(s), 2011. Reprints and permissions:http://www.sagepub.co.uk/Abstract: Sternocostoclavicular hyperostosis (SCCH) is a chronic inflammatory disorder whichpresents with erythema, swelling, and pain of the sternoclavicular joint. Approximately one halfof patients have acne or pustular lesions wi
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