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LA PAZ POSIBLE En exclusiva para La Jiribilla Wayne Smith afirma: "Lo que debemos hacer es decir públicamente: Estados Unidos excluye el terrorismo como política nacional, nosotros no vamos a involucrarnos jamás en actos terroristas. Y llamar a todos los Gobiernos a hacer lo mismo". Enrique Ubieta Gómez| Washington
Estoy en el cuarto piso de uno de los imponentes edificios, en la Avenida Massachussetts, en Washington. Son las once de la mañana
y Anya K. Landau, una de las eficientes especialistas del Centro de Política Internacional que allí radica, me conduce hasta la oficina de
su director Wayne Smith, ex-diplomático norteamericano en Moscú durante la Guerra Fría y ex-Jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana. En las paredes hay mapas y fotos de
algunos países latinoamericanos y una vieja tabla con un extraño letrero en ruso: Manos fuera de Cuba. En los últimos años, Smith se ha opuesto al bloqueo norteamericano a la isla vecina y su Centro se ha empeñado en abrir caminos que conduzcan al entendimiento entre los dos países. El tema acordado de nuestra conversación es el
terrorismo, y la paz posible. - Después de ver tantas películas de terror, de seguir en vivo por televisión la guerra en otros países, ¿estaba preparado el pueblo norteamericano para recibir un ataque de esta magnitud? - De ninguna manera. Lo que sucede en las películas de Hollywood es una cosa y la realidad es otra. El pueblo norteamericano sabía que el
terrorismo existía en el mundo, pero no en su país. Es difícil explicar por qué. Parece que hubo indicios unas semanas antes de la tragedia del 11 de septiembre, pero el FBI no tomó medidas. Gastamos 30 mil
millones de dólares por año en gastos de inteligencia, ¿cómo es que no hubo una sola advertencia de nuestros servicios de inteligencia? Es difícil de explicar, porque estos terroristas han estado viviendo abiertamente en Estados Unidos. Fue una sorpresa enorme, no sólo para el pueblo que no estaba preparado mentalmente para esa
tragedia, sino para los servicios de inteligencia. - El presidente Bush hizo una pregunta importante ante el Congreso: ¿por qué nos odian? Y se respondió: porque tenemos libertad. ¿Comparte usted la opinión del Presidente?
- Es parte de la respuesta quizás. Mira, el epicentro del problema es el conflicto entre los palestinos y los israelitas. Los Estados Unidos han jugado un papel clave en ese conflicto. Si no podemos ayudarles
a forjar una paz justa, aceptable a todos, será imposible a mi juicio resolver el problema del terrorismo.
Y nosotros plantamos las semillas durante la guerra fría. La CIA entrenó o por lo menos ayudó a preparar a Bin Laden para que peleara contra los soviéticos. Bueno, supongo que alguien diga que
eso fue lógico dadas las circunstancias de entonces. Pero se fueron los soviéticos y Estados Unidos abandonó el problema. ¿Y cuántos
otros Bin Laden, cuántos otros que ahora son terroristas hay en el mundo, que nosotros entrenamos y apoyamos? - Pero cuando usaban métodos terroristas contra los soviéticos, no eran considerados como terroristas. -Exacto. Durante la Guerra Fría Estados Unidos cometió varios actos
de terrorismo. La Corte Internacional de La Haya condenó al Gobierno norteamericano por las minas que puso en los puertos nicaragüenses,
pero ignoramos esa condena. Se prepararon atentados contra el Presidente Castro. Ahora vemos que Kissinger fue cómplice en el asesinato del General
Prats. En Chile seguramente nosotros ayudamos o apoyamos a las Fuerzas Armadas para derrocar a Allende, etc., etc. Hay tantos
episodios de terrorismo en los que Estados Unidos ha estado al menos involucrado. Debemos abandonar la política de asesinar a líderes mundiales. Esa fue la norma adoptada una vez que se
conocieron los intentos de asesinar al Presidente Castro. Pero ahora hay oficiales que dicen que debemos retomar aquella política. Sería un grave error. Lo que debemos hacer es decir públicamente:
Estados Unidos excluye el terrorismo como política nacional, nosotros no vamos a involucrarnos jamás en actos terroristas. Y llamar a todos
los Gobiernos a hacer lo mismo. - ¿Una cruzada mundial contra el terrorismo implicaría acaso poner en la cárcel a Orlando Bosh, que hizo explotar un avión de pasajeros de Cubana de Aviación en pleno vuelo? - No sé, dado que él pasó años en la cárcel en Venezuela.
- Bueno, con independencia de las soluciones formales de absolución que en su caso tomaron los tribunales, ¿no cree usted que de hecho es en realidad un fugado de la justicia? - El Gobierno debe tomar una posición y condenarle. Estoy
totalmente de acuerdo, los exiliados, o por lo menos "los duros", consideran a Luis Posada Carriles y a Orlando Bosh como héroes.
Esos son terroristas, no otra cosa. Pero Orlando Bosh vive ahí tranquilamente, aplaudido, en Miami. Y también los dos involucrados en el asesinato de Letelier, no recuerdo sus nombres ahora, que han
sido liberados. Esas no son las señales adecuadas en la nueva situación. - Temo que la lucha contra el terrorismo lejos de eliminar el terrorismo de Estado, lo aliente.
- Muchos de nosotros andamos muy preocupados por eso. No creo que el Gobierno adopte la política de atacar a los terroristas que no nos caen bien y de utilizar a los terroristas que nos convienen.
Debemos adoptar una posición clara: nosotros no vamos a aceptar
actos de terrorismo, el Gobierno de Estados Unidos no estará involucrado en ninguno de esos actos.
- Hemos hablado de los políticos, ¿pero el pueblo se hace esa pregunta? ¿Sabe el pueblo cuán involucrado ha estado su Gobierno en actos de terrorismo? - No. Hasta cierto punto, todos conocen de los esfuerzos por asesinar al Presidente Castro. Pero de lo demás, no tanto. Académicos,
personas muy interesadas, sí se dan cuenta. Pero el pueblo no. - ¿El norteamericano común es una persona informada? - Obviamente no. No sólo porque los periódicos y la televisión no ofrecen todas las noticias, ni todos los aspectos, sino porque tampoco
quiere ser informado. Creo que sólo el 15 por ciento de los norteamericanos lee la prensa. Todos los demás reciben su
información por la televisión. Y muchos, ni siquiera ven los noticieros. No, no está bien informado. - ¿Saldría victorioso Estados Unidos de una guerra en Afganistán? - A mi juicio, no. La guerra contra Afganistán sería un desastre para
Estados Unidos. Tal vez podríamos ganar militarmente. Tenemos la capacidad de eliminar a Afganistán como país, pero ¿con qué
consecuencias? Surgirían miles de nuevos fanáticos odiándonos, dispuestos a hacernos pagar lo que hicimos. - ¿Qué consecuencias pudieran traer los sucesos del 11 de septiembre para América Latina y especialmente para Cuba? - Muchos de nosotros esperamos que se produzca una reacción
positiva, que Estados Unidos se dé cuenta que en la nueva coyuntura internacional, Cuba no es un enemigo. Tal vez no es un "aliado leal",
no es Londres, pero tampoco es enemigo y no debemos buscar más enemigos. Lo más lógico sería comenzar un diálogo con La Habana, pero hay un peligro, sí: los elementos más irresponsables de Miami.
No sé si has visto que la Congresista Ileana Ros ha dicho que Cuba está a punto de lanzar un ataque biológico contra la Florida.
-Bueno, dijeron hace poco que habíamos entrenado a los tiburones que se comen a los bañistas en sus playas.
- Todo eso. Pero en el ambiente de hoy en día, eso podría tener cierta receptividad en el Congreso. No digo en el Congreso como entidad, pero sí en varios congresistas y senadores. Ella demanda una
investigación y ¿sabes quién encabeza el Comité de Inteligencia del Senado? Un senador por la Florida, aliado de ellos. Lo mismo en la
Cámara. Pues podrían decir que sí, que hay que investigar. -¿No sería éste el mejor momento para que los gobiernos de Cuba y Estados Unidos se pongan de acuerdo en la lucha contra el terrorismo? No buscando o fabricando pretextos para la confrontación, sino ubicando, por ejemplo, a los terroristas que viven en Estados Unidos e impidiendo sus planes. ¿Qué impide esa colaboración de beneficio mutuo? - Noté que el presidente Castro en su discurso del 22 dijo que Cuba
está dispuesta a cooperar con cualquier país en la eliminación del terrorismo. Eso implica que también lo está con Estados Unidos. El Gobierno cubano en el pasado ha dado información al Gobierno de
Estados Unidos sobre ciertos actos de terrorismo que iban a ocurrir de forma inminente. No creo que Estados Unidos haya respondido de
la misma manera, brindándole información a Cuba, especialmente en el caso de los terroristas de la Florida. Es algo que muchos están sugiriendo: un diálogo entre Cuba y Estados Unidos.
- ¿Existirá la suficiente madurez política en este Gobierno?
-Creo que Colin Powell tiene la suficiente madurez política. Sí puede convencer a otros, vamos a ver. - Entonces, ¿se siente optimista? - No, no es así. No soy pesimista, pero veo la posibilidad de que se cometan errores trágicos por parte del Gobierno de Estados Unidos.
No estoy optimista, pero tampoco pesimista. Debemos trabajar y hacer todo lo posible para que no pase lo peor.
O que são drogas psicotrópicas? Todo mundo já tem uma idéia do significado da palavra droga . Em linguagem comum, de todo o dia ("Ah, mas que droga " ou "logo agora, droga .", ou ainda, "esta droga não vale nada!"), droga tem um significado de coisa ruim, sem quali- dade. Já em linguagem médica, droga é quase sinônimo de medicamento. Dá até para pensar po
Alco_1893007162_6p_01_r5.qxd 4/4/03 11:17 AM Page 388 This lawyer tried psychiatrists, biofeedback, relax- ation exercises, and a host of other techniques to con-trol her drinking. She finally found a solution,uniquely tailored, in the Twelve Steps. W hen i wasa newly minted lawyer starting outin the practice of criminal law, there were fiveof us in our law office. My favorite lawyer was the